Recomendaciones para alcanzar la excelencia

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Como profesional del sector HVACR, ¿cuáles son las habilidades y conocimientos que debes cultivar para alcanzar el éxito laboral? Y, más importante, ¿cómo es que tu vocación puede hacerte crecer como persona? Aunque no existen respuestas absolutas, es necesario plantear estas cuestiones para así encausar tus talentos y aptitudes por el mejor camino

Roberto Figueroa

Procedente del griego antiguo, la palabra técnica (techné) alude a un tipo de saber específico, es decir, al dominio de un conjunto de principios y conocimientos verdaderos acerca de una actividad determinada, cuyo propósito consiste en elevar la acción del hombre hacia la virtud o excelencia humana.

De acuerdo con esta definición, ¿cuáles serían las competencias que como técnico deberías adquirir y/o desarrollar para alcanzar el mejor de los desempeños? A continuación, ofrecemos una serie de recomendaciones y consejos prácticos que pueden ayudarte para lograr esta meta.

1. Perfil vocacional
La convicción acerca de la profesión que uno desempeña cotidianamente es un aspecto esencial para la estabilidad laboral y el desarrollo humano de toda persona. En el caso de los técnicos HVACR, algunas de las principales características con las que deben contar son la vocación de servicio al cliente, persistencia y fortaleza ética para superar cualquier reto, así como responsabilidad y disciplina respecto al conocimiento de los lineamientos de seguridad.

Un aspecto muy importante es la flexibilidad para viajar y permanecer fuera de casa hasta por periodos de dos semanas. Con frecuencia, los técnicos e ingenieros de servicio del sector pasan buen parte de su tiempo viajando y realizando diferentes tipos de mantenimiento.

Pero, sin duda, el factor decisivo radica en la pasión, curiosidad y gusto por la industria, pues no nada más se trata de hablar de equipos de aire acondicionado y refrigeración, sino también de sistemas de bombeo, tratamiento de agua, refrigerantes, eficiencia energética; es decir, todo el universo de la climatización y el enfriamiento.

En ese sentido, uno de los consejos básicos para todos los técnicos es la obligatoriedad de prepararse e incrementar sus conocimientos y, de ser posible, cursar una carrera de ingeniería. Actualmente, de hecho, hasta el 90 por ciento de la base de muchas compañías de prestigio del sector está compuesta por ingenieros de servicio.

Una formación en ingeniería expandirá sus horizontes, pues en la medida en que la persona se especialice y adquiera más estudios podrá ofrecer un mejor servicio, sin mencionar el hecho de que hoy en día los equipos pesados de aplicación involucran mucha más tecnología de control. Esta carrera, además, le abrirá más puertas hacia otros conocimientos y le dará la posibilidad de incursionar en distintas especialidades como aire acondicionado, electricidad, control, neumática, hidráulica, etcétera.

2. Capacitación y aprendizaje constantes
Que el técnico busque superarse a sí mismo será un elemento indispensable para la valorización de su trabajo y su crecimiento como ser humano. No importan los años de experiencia, siempre será positivo tomar cursos de actualización y capacitación continua, a fin de mejorar el desempeño en el campo.

Brindar un servicio de la más alta calidad es algo en lo que han venido trabajando muchas compañías en los últimos años. En la medida en que este cambio suceda (pasar de técnicos a ingenieros) y se profesionalice la carrera de servicios, la industria se verá beneficiada en su conjunto. Pero una vez lograda esta meta, el ingeniero tampoco deberá quedarse estancado en el mismo nivel; al contrario, estará cada vez más obligado a    incrementar sus conocimientos.

En la vida profesional, el aprendizaje y capacitación constantes son ya una necesidad de primer orden. Por ejemplo, un trabajador que sale de una empresa para emplearse en otra de más alto nivel, no le será tan sencillo lograrlo si antes no cuenta con las certificaciones adecuadas, tanto en materia de seguridad como en el manejo de refrigerantes. A nivel personal, estos reconocimientos harán que el técnico se sienta más seguro y confiado en sus habilidades, pues como sucede con otras disciplinas, el triunfo laboral generalmente es el reflejo del dominio de un conjunto de saberes específicos.

Asimismo, independientemente de la escuela de la que se haya egresado, deberá poseer un manejo básico del inglés, de preferencia intermedio u avanzado. Esta competencia resulta crucial porque las empresas más influyentes de la industria son originarias de Estados Unidos, por lo que los manuales e instructivos para mantener, arrancar o reparar los equipos que fabrican están escritos en dicho idioma.

3. La seguridad es lo primero
Ésta es una cuestión fundamental, pues a ninguna empresa le conviene que sus técnicos y/o ingenieros se accidenten y, mucho menos, pierdan la vida por falta de información en temas de seguridad. Aunado a ello, existe una doble exigencia, tanto por parte de la Secretaría del Trabajo (ST), como de las empresas y clientes privados en relación al seguimiento y aplicación de las normas oficiales, por lo que es su obligación conocerlas y seguirlas al pie de la letra.

De entrada, la seguridad del trabajador es el aspecto que más ocupa y preocupa a todos los profesionales del sector y, posteriormente, viene la del cliente y los compañeros de trabajo, además de la protección de las instalaciones donde se presta el mantenimiento.

Algunas compañías como Trane cuentan con programas de seguridad, como el denominado near-miss que consiste en evaluar y detectar todos los posibles escenarios de peligro, ya sean para el ingeniero de servicio, las instalaciones del cliente, o bien, personal de la empresa que trabaja con los equipos.

Esta información se pone en un mapa de nombre Revisión de Sitio Seguro; por ejemplo, si existe un escalón que pudiera ocasionar un tropiezo se anota en la hoja; si hay un obstáculo a nivel de la cabeza y no se cuenta con casco también se apunta, etcétera. En otras palabras, en este mapa se apuntan todos los riesgos para el desempeño del trabajador, desde que entra a las instalaciones del cliente hasta que está frente a la máquina.

Por supuesto, los peligros más controlados son los que se tienen frente a los sistemas HVACR, ya que se parte del supuesto de que el técnico ya conoce determinadas medidas de seguridad, como trabajar con cero energía, no conectar aparatos cuyos cables estén pelados o bien aislados, entre otras. No obstante, en lo que sí debe existir un mayor control es en el mapa o esquema del trayecto.

La vestimenta apropiada es otro elemento de suma relevancia, pues además de dar una imagen más profesional permite al técnico ofrecer un mejor servicio. Por ello, siempre debe llevar casco de seguridad, goggles o gafas de seguridad, ropa y calzado adecuados, como overol o algún uniforme estándar.

Los overoles, así como los pantalones y las camisas de los ingenieros, también están regulados por normas oficiales que aluden a las diferentes situaciones de riesgos o posibles incidentes durante un servicio, como por ejemplo, presencia de fuego o falla por arco eléctrico.

Adicionalmente, existe un sistema llamado DSCD (Dynamic Systems & Control Division), el cual consiste en enviar al trabajador una hoja de método (metod shift) con todos los aspectos de seguridad previos y los requerimientos técnicos para llevar a cabo un buen mantenimiento. Por ejemplo, durante un cambio de aceite y filtros, esta hoja proporciona el tiempo aproximado para ejecutar dicho procedimiento, los botones, tuercas y tornillos que deberá apretar y/o aflojar para realizar el cambio. Si el servicio tiene lugar a una altura considerable, la hoja estipulará la necesidad de llevar arnés o una línea de vida, así como la manera de asegurar estos dos elementos.

Al finalizar, hay que quitar los candados de cero energía, retirar la línea de vida y asegurar que el equipo esté en perfectas condiciones. Se recolecta el material removido y se le entrega al cliente; si se trataron materiales peligrosos podemos tener dos convenios: uno, dárselo al particular para que éste disponga de dichas sustancias; o bien, confiarlo a las empresas encargadas de este tipo de materiales.

4. Prevención y manejo de garantías
Una vez que se han cumplido con las metas de seguridad, deberán contemplarse otros factores, como que el técnico lleve la hoja de trabajo, que sepa desempeñar su labor frente a los equipos, si va a realizar una instalación, un arranque, un correctivo, etcétera.

Un técnico tiene la obligación de contar con todos los elementos y competencias necesarias para desempeñarse exitosamente y ejecutar toda clase de procedimientos, así como llevar la herramienta y refacciones adecuadas, ya que sin ellas podría dañar los sistemas del cliente u ocasionar algún incidente con las conexiones. No existe una situación más embarazosa para un profesional del sector que no poder concluir un mantenimiento por falta de refacciones o materiales.

Todos los equipos HVACR cuentan con una hoja llamada Carta de Diseño, la cual indica las condiciones en las que deberán operarse, como la temperatura de entrada de agua, de salida, así como los pasos a seguir durante el servicio. Por ejemplo, si vamos a realizar un arranque debemos dejar ajustado el equipo conforme a esta carta.

Los ingenieros de servicio nunca deberán llevar a cabo ajustes a petición del cliente de forma inmediata o sin los conocimientos y herramientas adecuadas. Por el contrario, utilizan computadoras que se conectan al sistema a través de un software especial, a fin de realizar los ajustes solicitados e, incluso, bajar aplicaciones y actualizaciones con un teléfono celular y, de esta manera, ayudar a que los equipos estén al día.

El manejo de las garantías también es otro aspecto central, pues los clientes pueden decidirse a contratar a alguien simplemente porque es parte de una empresa con la capacidad de brindar soporte técnico o de responder a un reclamo.

Es en este punto en el que influye nuevamente la carrera de las personas, pues el ingeniero de servicio tiene un panorama más amplio acerca de los problemas, mientras que el técnico se limita a cuestiones menores.

En compañías como Trane, los ingenieros ubican y resuelve más rápido y de forma más eficiente lo que puede ser un problema de garantía. Cuando es necesario un reemplazo de algún componente realizan un reporte denominado Fell Quality Alert (FQA ) que se envía de manera inmediata a las plantas y áreas técnicas especializadas para que los encargados analicen cuál fue el desperfecto, y así evitar que éste se convierta en un problema epidémico o endémico.

La certeza en el diagnóstico es de suma importancia porque evita que los problemas se agraven o sigan repitiéndose. Así, los profesionales de esta industria conocen la trascendencia de atender de manera inmediata a los clientes y de ser lo más contundentes y precisos al momento de hacer valer una garantía.

Satisfacción por la vocación elegida, aprendizaje constante y deseos de superarse a sí mismo; dominio de temas relacionados con la seguridad, prevención y manejo de garantías son aspectos que deberán formar parte del manual a seguir por los técnicos e ingenieros de servicio que busquen ser un referente para la industria.

 

Roberto Figueroa. Desde hace más de 18 años, se ha desempeñado como gerente nacional del área de Servicios de Trane. También ha sido contratista y empresario por cuenta propia y ha laborado para importantes empresas del sector, como Johnson Controls, Carrier y Daikin.